viernes, 7 de noviembre de 2014

DE REGRESO A OCTUBRE….


“El problema con todos esos que duelen en el calendario, es que no se van así nomás. No, al contrario, se van dejándonos como una deuda, como algo que debemos saldar para poder nombrarlos sin vergüenza, sin pena”. (SCIM)

El pasado 17 de octubre aparecía, después de más de cinco años de búsqueda de familiares y organizaciones sociales y de DDHH, el cuerpo de Luciano Arruga (16). Estaba enterrado como NN en el cementerio de la Chacarita. La versión oficial señala que habría muerto en un accidente de transito. No hay explicaciones a la acción del hospital donde fue operado Luciano que no entregó su cuerpo a la familia (que fue a buscarlo esa misma noche) ni se explican las condiciones en que se dio el teórico accidente. Solo se sabe y comprobado por pericias, que el joven estuvo detenido en una comisaría de Lomas del Mirador y allí fue visto por última vez. Casi 6 años de olvido, negligencia, desidia, desprotección.

El 20 de octubre de 2010, una patota sindical de la Unión Ferroviaria se cobraba la vida del militante Mariano Ferreyra, (23) luchador de los tercerizados. La lucha de los compañeros y organizaciones permitió que se avance en un juicio inédito contra la burocracia sindical (con el encarcelamiento de Pedraza) y abrió el debate sobre la continuidad de la tercerización y los negocios privados con los servicios públicos. 

El 23 de octubre de ese mismo año, un policía de la provincia de Río Negro (el Sargento Silvano Mesa) ejecutaba por la espalda (a dos centímetros de distancia) al joven viedmense Guillermo Trafiñanco de 16 años (que estaba en el piso boca abajo y con las manos extendidas). En el marco de las investigaciones se comprobó que al joven (que huía de la persecución de la policía) se le había plantado un arma tumbera para justificar la sin razón policial. Finalmente, Mesa fue condenado por el Superior Tribunal de Justicia de Río Negro a prisión perpetua. 

Un 23 de octubre, pero de este año, la Justicia absolvió a los tres imputados por el asesinato del joven Atahualpa Martínez Vinaya, de 19 años, ocurrido hace seis años en Viedma. Los acusados eran Carlos Morales Toledo, Felipe Carrasco y Belén Fernández Barrientos. El fallo consideró nulo el allanamiento donde se recogieron pruebas valoradas por la Fiscalía y desestimó distintos testimonios acusatorios sobre los imputados. Se concluyó que no hay certeza de la comisión del delito por parte de los juzgados y aunque se armó una "hipótesis", no fue suficiente para llegar a una condena. El fiscal Brogna López había acusado a los procesados como coautores del hecho y requerido 17 años para Morales Toledo y Carrasco, y 15 años para Barrientos. Fuera del edificio de justicia, familiares de Atahualpa junto a vecinos de la ciudad y organizaciones sociales, llevaron adelante un “Juicio Popular” donde acusaron a la justicia por falsa, denunciaron la desidia policial y reclamaron saber porque, como y donde lo matan a Ata. Una pequeña luz de esperanza se asoma ahora, con la aprobación en primera vuelta en la Legislatura de la Comisión que se encargará de investigar todas irregularidades del caso y avanzar en la verdad. 

Ese mismo día, pero de 2006 desaparecía la joven Otoño Uriarte (16) en la localidad de Fernández Oro. Por el hecho estuvieron procesadas y detenidas seis personas acusadas de retener a Otoño, abusar sexualmente de ella, provocarle heridas que le ocasionaron la muerte y posteriormente deshacerse del cuerpo. Sin embargo la Cámara Criminal que intervino en la apelación revocó los procesamientos, les dictó la falta de mérito y ordenó profundizar la investigación. En septiembre de este año los acusados fueron sobreseídos y el fiscal José Rodríguez Chazarreta volvió a apelar. Al cumplirse ocho años de su asesinato impune, la Multisectorial de Cipolletti junto a la familia realizaron una protesta en los tribunales del Alto Valle y denunciaron que nunca se investigó el tema de la trata de personas, que rodeó las circunstancias de la desaparición de la joven, ni la acción de la policía. 

Finalizando octubre, un nuevo nombre nos convoca en este recorrido. Se trata de Karen Álvarez, joven viedmense de 14 años que estuvo desaparecida dos días y apareció muerta el pasado 26 de octubre pasado en las afueras de la ciudad de Viedma. Aun cuando restan conocer los peritajes para revelar el móvil del crimen, los medios locales (que reproducen la visión comunicacional de los medios comerciales de la Capital) se ocuparon de entorpecer la investigación (publicando nombres de detenidos, hurgando en intimidades y otras yerbas tan comunes). En principio, la justicia investiga un asesinato con móvil sexual, pero organizaciones sociales denuncian que se trata de un nuevo caso de “femicidio”. Una nutrida marcha, reclamó justicia por este caso y otros impunes. 

Octubre, como junio, no es un mes más en el calendario del dolor y en este caso, el recordatorio de fechas y nombres no tiene la intención de juntarlos en un mero acto de exclamación, sino el objetivo de avanzar en la lucha por la verdad y la justicia cuando la institución judicial y parte de la sociedad miran para otro lado, o directamente, son cómplices.




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