Daniel Lobelos es un conocido y respetado militante social y político de la ciudad. Realiza labores sociales y conocemos su dedicación compromiso. El pasado viernes recibió un telegrama de despido del Ministerio de Desarrollo Social donde está contratado hace dos años. La medida no tiene justificación y solo responde a razones políticas.
Daniel venía teniendo un rol activo en el reclamo de los becados por los sueldos atrasados. Además había tenido un encontronazo con el Ministro Arroyo que luego buscaba identificarlo como “el flaco de barba”. En defensa de su fuente de trabajo y contra el atropello, presentará un amparo y mañana habrá una conferencia de prensa en ATE desde las 10 hs.
Daniel relató a “A LA OLLA… SIN RECETA” que “el día martes de 21 de octubre los trabajadores becados del Ministerio de Desarrollo Social, deciden junto a los delegados de ATE ir al Ministerio y solicitar el pago de las becas. Los compañeros contaban que los estaban por echar de los lugares donde alquilan, una compañera expresó que no tenía para pagar los pañales, y todo tipo de problemas que ocasiona no cobrar en tiempo y forma”.
El militante manifestó que “un grupo de delegados llegó al despacho del Ministro (Arroyo), al llegar él sale y al bajar la escalera se encuentra con otros compañeros que estaban subiendo y se arma una discusión donde se le plantea que siempre pasa lo mismo con el atraso de las becas. El Ministro habla de que es por el aumento, a lo que los becados responden que ellos quieren un contrato y no las becas y que eso no justificaba semejante atraso”, continúo Daniel y agregó que“luego el Ministro dice que no podía hacer más y responde que todos esos trabajadores que estábamos ahí éramos elegidos a dedo y que el gremio (por ATE) era una “porquería”.
Luego de este cruce –que se suma a las declaraciones públicas del delegado e integrante de la Red de Adolescencia en reclamo por el pago de los becados- Daniel informó que “el día viernes 24 estaba en el CEM 19 esperando para dar una charla sobre adicciones a los docentes, con una compañera de trabajo y dos minutos antes de comenzar la charla me avisan por teléfono que llegó el telegrama de despido”.
Pese a la crítica situación que le toca atravesar, el trabajador no dejó de destacar el acompañamiento de organizaciones y compañeros: “empecé a recibir muchos llamados y mensajes diciéndome que esté tranquilo, que se solidarizan, y apoyan el pedido de reincorporación, como gente de la universidad, del DEMo, de los programas de Desarrollo Social, Trabajadores de Salud, de Educación y otras entidades sindicales y medios de comunicación”.
Daniel es delegado de un gremio, por lo tanto goza del derecho a fueros gremiales. Sobre este atropello –que no es el primero- concluyó: “más allá de que me toque a mí, es un atropello a la institucionalidad. Los delegados estamos protegidos y si se vulnera este derecho se vulnera la democracia”.
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