La
ocupación surgida el miércoles 25 de febrero pasado en terrenos linderos al
barrio Néstor Kirchner y la ruta nacional N° 3 en Patagones, fue violentamente
desalojada, el lunes 2 de marzo, por más de 100 efectivos de la Policía Bonaerense, luego de una
orden judicial haciendo lugar a la denuncia del municipio maragato contra los
vecinos por el delito de “usurpación”.
Los vecinos resistieron la represión respondiendo con piedras a las balas de goma y gases de la policía, pero los efectivos lograron desocupar la toma, quemando casillas y dejando el terreno “limpio” por medio de las topadoras.
El
resultado del desalojo fue 12 personas detenidas, entre ellas 4 menores y siete
personas heridas, entre vecinos y personal policial. El resultado también fue, más
de cincuenta familias sin lugar donde vivir.
Otra vez la
respuesta del municipio (como ocurrió en Viedma), fue la misma: “se trataba de
una acción ilegal de los vecinos (“usurpación”) y los predios ocupados estaban
destinados a (potenciales) “espacios verdes”. La represión –además de la
estigmatización[i]-
ha sido una constante en estos años en tomas que han tenido un impacto nacional[ii].
Las tomas
de terrenos en Patagones, como en Viedma tienen larga data. En Viedma, del año
2000 al 2009 se desarrollaron cuatro ocupaciones (Nehuen, “30 de marzo”, Loteo
Silvay Santa Clara)[iii].
Durante el 2012[iv],
un importante número de tomas se desencadenó en la ciudad luego de algunos años
sin ocupaciones (barrio Inalauquen, El Progreso, El Cóndor etc). En Patagones,
si bien ha habido ocupaciones de algunos predios, no se observaron experiencias
tan masivas ni organizadas como la que fue reprimida. En este sentido, esta
toma en cuestión implica un nuevo quiebre, ya que se trató de una experiencia
masiva (cerca de 70 familias) que como los mismos vecinos expresaron en los
medios “no ingresan en los programas ni planes de vivienda”.
Hay que
recordar que en los últimos años la política de tierra y vivienda ha sufrido un
proceso de mercantilización por lo que las instituciones encargadas de
garantizar el derecho han virado en su objetivo de origen. Los planes de
vivienda se gestionan a través de mutuales o gremios e implican como condición,
cierto nivel de ingresos permanentes. Condiciones que claro está, no cumplen
los sectores populares. En tanto, programas como el PROCREAR están dirigidos a
la clase media, por lo que no modifican la situación de los sectores más
desfavorecidos.
[i]En una conferencia de prensa conjunta con el gobierno
de la ciudad de Buenos Aires (2010), Aníbal Fernández (por aquel entonces Jefe de Gabinete de la Nación), expresó que “todo aquel que usurpe o tome o se ponga en un ámbito público o privado, no tendrá
derecho a formar parte de ningún plan de viviendas, ni del plan de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires ni del Plan Federal. De ninguna manera en ninguno de
los planes tendrá derecho a acceder a la vivienda aquel que tome o usurpe un
terreno, vuelvo a insistir, público o privado. No solamente nos detendremos en
ese punto, porque aquel que usurpe o tome
un terreno público o privado, aparte de no tener derecho a formar parte de un
plan de viviendas, no tendrá derecho a percibir, si lo estuviera haciendo, o
acceder en tiempos futuros a ningún plan de ninguna característica desde el
punto de vista social. Con lo cual, las condiciones son las de discutir las
cosas en el ámbito que corresponda y no ser beneficiados bajo ningún punto de
vista por presión alguna, mucho menos en términos de
tomar un espacio, vuelvo a insistir, ya sea público o privado”. (Fuente: www.casarosada.gov.ar).
[ii]La
Toma del Parque Indoamericano (2010) fue brutalmente reprimida por la Policía
Federal Argentina y la Policía Metropolitana –a lo que hay que sumar la
intervención de patotas y barrabravas-, con un saldo de tres muertos. Un saldo
aun mayor, con cuatro muertos, tuvo la toma en los territorios de Ledesma en
Jujuy (2011).
[iii]En la toma del Loteo Silva (2009) el municipiode Viedma -gestión
de Jorge Ferreira-avanzó en la judicialización por tratarse de tierras
fiscales, proceso que concluyó con unprimer desalojo violento de las familias,
que más tarde volvieron al lugar encoincidencia con la visita de la Misión AGFE
de las Naciones Unidas.
[iv] En el momento en que se producen estas tomas, el
gobernador de la provincia, Alberto Weretilneck expresó que “en Cipolletti
utilicé una figura legal que dio resultados, que es la figura de la asociación ilícita. Cuando más de dos
personas se unen para generar alguna acción planificada, premeditada y con
organización es asociación ilícita. Y si en Viedma estamos en presencia de
camiones identificados, de grupos de personas que hacen esto, de elegir
propiedades públicas, como está pasando, no estamos en presencia de actitudes
desesperadas de la gente, sino que gente
que se organiza para quedarse con lo ajeno”.
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