martes, 7 de abril de 2015

LA LUCHA POR LA TIERRA: “7 AÑOS DEL BARRIO “30 DE MARZO”

Este año, el barrio surgido de una ocupación en 2008 en Viedma, cumplió 7 años de lucha por el acceso a la tierra y la vivienda urbana. Compartimos un detalle del surgimiento del barrio, las luchas y la actualidad de una experiencia de construcción de ciudad desde Abajo. 

De la toma al Barrio 
El barrio lleva ese nombre en conmemoración a la fecha del surgimiento de la Comisión de Vecinos. La toma del barrio del “30 de marzo” se produce a fines de febrero de 2008originada por un grupo de cuarenta y cinco familias que se asientan en terrenos municipales, unas 14 hectáreas ubicadas en una zona contigua al antiguo basural de Viedma, linderos al barrio Mi Bandera. Hay que recordar, que dichos terrenos estaban convertidos en basurero irregular y destinados a la construcción de un centro deportivo.
En referencia a las formas de organización, los ocupantes eligieron en un comienzo la representación a través de una Comisión -un grupo de 12 vecinos- que ejecutaba el mandato de la asamblea general. Luego de conflictos internos y ciertas atribuciones que se tomaron algunos delegados2, desapareció la comisión y se mantuvo la actividad de la asamblea como órgano deliberativo y decisorio.
Un elemento que creó conflictos internos dentro de la ocupación fue la distribución del espacio en la toma, hecho que se agudizó cuando los vecinos lograron cierta regularización de la situación de la tierra ocupada. Aquí los primeros ocupantes denunciaron la acción del municipio (dirigido por el radical Jorge Ferreira) que luego de abrir un proceso de reconocimiento de la ocupación con el loteo de los terrenos, promovió la llegada de familias ajenas a la ocupación inscriptas en el registro de Tierras, que no habían participado de la lucha inicial:

“Trajeron gente de afuera que estaba en la lista de espera. Nosotros decíamos que tenían que dividir el barrio: una parte para los que tomaron y otra para esta gente. Venían y se te metían y decían “este terreno es mío”. Nosotros decíamos: todo bien pero ¿Quién peleó la tierra acá?, fuimos nosotros y nuestros hijos que nos apoyaron”. (Vecino del “30 de Marzo”).


Para los vecinos se trató de una estrategia para enfrentar a pobres contra pobres con el propósito encubierto de neutralizar a la organización de la toma. Hay que reconocer, igualmente, que el Municipio no avanzó en la judicialización de la ocupación (como si ocurriría con la del “Loteo Silva” y Santa Clara, en 2009) y se pudo lograr una resolución –parcial- a la demanda. Esta estrategia dispar, revela una forma ambigua de tratamiento de las tomas por parte del poder político, que ha variado de su aceptación -que a veces puede explicarse por cierta emergencia impredecible de estos actos de movilización- a la acción de desatención o judicialización del reclamo.
En este marco, a la hora de identificar un acontecimiento de relevancia para la lucha de los vecinos –además de la toma de los terrenos en sí- estos remarcan la manifestación que protagonizaron hacia el Concejo Deliberante en reclamo de la regularización de las tierras, que concluyó en una toma del recinto que se extendió por más de 5 horas. El 8 de mayo de 2008, un grupo de vecinos de los barrios Nehuén y “30 de Marzo” acordaron una manifestación hacia el Concejo Deliberante junto a organizaciones sociales como el Foro por una Vida Digna y La Cantora, entre otras. Si bien el tema no estaba incluido en el temario de la sesión, la necesidad y urgencia de los vecinos motivó el ingreso del reclamo. Los concejales del oficialismo ofrecieron como solución la firma de un acta-acuerdo, lo que fue terminantemente rechazado por los vecinos. Luego de arduas negociaciones y el estado público que tomó la cuestión –sumado a la convocatoria del grupo antimotines de la policía de Río Negro -BORA- fuera del recinto-, los vecinos lograron que se conformara una Comisión Permanente de Tierra y Vivienda compuesta por un edil de cada signo político, tres representantes del Foro Permanente por una Vida Digna y de los vecinos, Secretaria de Derechos Humanos, Defensoría del Pueblo y del Poder Ejecutivo Municipal.
La experiencia de la toma del “30 de Marzo” marcó el surgimiento de una nueva generación de tomas de terrenos en la ciudad por su masividad, visibilidad y organización, además de instalarse como una experiencia positiva y exitosa de la lucha de los ocupantes3. Actualmente, los vecinos del “30 de Marzo” cuentan con la “tenencia precaria” de los terrenos y los servicios de agua y tendido eléctrico. Además se han abierto las calles y los espacios verdes, aunque resta la llegada del servicio de gas.
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1- La ocupación coincide con un fin de semana largo, lo que facilita la organización y ocupación del predio sin el hostigamiento estatal. Este caso demuestra cómo se calcula la fecha en momentos donde es menos posible la intervención institucional por no ser días hábiles.
2- La toma del “30 de Marzo” contó con una fuerte presencia mediática de algunos delegados. Estos referentes tenían una presencia destacada en los espacios de negociación y en los medios de comunicación. Esta exposición, sumada a su relación con una organización social dedicada a la lucha por mejores condiciones de los internos en las cárceles, despertó el cuestionamiento del sector de vecinos que proponía formas asamblearias de decisión y un mayor protagonismo de las bases.
3- Este antecedente favorable colaboró –según lo comentaron los vecinos de las ocupaciones que continuaron a la del “30 de Marzo”- en la motivación y la emergencia de las tomas que se sucedieron luego de esta experiencia.

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